Las Lesiones más frecuentes del corredor

Correr es el movimiento más natural que hay, nuestros antepasados lo empleaban desde el día 1 para desplazarse más rápido, para cazar, para sobrevivir. Y por ello, estamos diseñados para correr, para movernos rápido.

Sin embargo, tenemos que tener en cuenta, que cualquier corredor, al correr ha de tomar las precauciones necesarias, tener mucho cuidado ya que el impacto que sufrimos al correr es agresivo y por ello, en nuestro día a día, en nuestros entrenamientos, en nuestras competiciones, podemos sufrir las temidas lesiones sufridas por el corredor.

¿Cuáles son las lesiones que más sufrimos? ¿Qué lesiones se producen al correr?

• Lesiones de rodilla, que son muy variadas, pero en la mayoría de ocasiones, los corredores sufren más las lesiones por desgaste, por entrenamiento, como por ejemplo el síndrome de la cintilla iliotibial o la tendinitis del tendón rotuliano. En raras ocasiones problemas de ligamentos, o meniscos.
• Dolores en los pies, con la fascitis plantar como estrella principal de los males comunes y que tan molesta es. Aquí encontramos también metatalsalgias, talalgias… y otros problemas.
  Dentro de esta categoría, tendinitis aquílea, una lesión común y rebelde, muy típica en corredores. También relacionadas las bursitis. Sin olvidar los famosos esguinces que en ocasiones tantos quebraderos de cabeza pueden llegar a dar.
• Lesiones musculares, contracturas, roturas fibrilares. Pueden ocurrir en cualquier parte corporal y la recuperación será más o menos rápida en función de la porción afectada y de su funcionalidad.
• Lesiones óseas, fracturas por estrés. Afecciones que afectan en multitud de ocasiones por sobreentrentamiento. Aquí podemos incluir como lesión menor la periostitis tibial, muy típica en corredores, aunque es una lesión mucho menor.

• Resto de lesiones, menos comunes, que no hemos enumerado, pero que no por ello no
  dejan de existir, son cientos pero no por ello, inexistentes. Cada uno somos un mundo, ante cualquier molestia, lesión, lo primero de todo es tener sentido común, acudir al médico especialista y fisioterapeuta para estudiar tu caso, proceder al tratamiento más óptimo y adecuado para tu recuperación y así, tener una posterior readaptación funcional a la actividad deportiva.

Una vez hemos nombrado y enumerado las lesiones más comunes que se producen en el running, es importante, (diría yo lo más importante) saber qué hay que hacer para intentar evitar caer en sus redes.

¿Qué hacer para no lesionarnos?

• Zapatillas de running: es lo realmente importante en tu equipación y atuendo de corredor,
  lo que importa. Antes de dar un paso, antes de ponerte a correr, estate seguro que llevas las
  zapatillas adecuadas para ti.

• Ponte en manos de un profesional: exige que guíe tus pasos, tus cargas de entrenamientos, tus intensidades, un licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del deporte, un especialista del tema. Al igual que cuando uno está malo y acude al médico para que le trate, si haces actividad deportiva, acude a un profesional, para que te paute actividad física. Tu salud está en juego. Si lo haces por tu cuenta, o si te lleva un amigo ‘que sabe’ del tema, acabarás lesionado y luego nos acordaremos mucho tiempo de este error…
  La planificación, el saber cuándo competir y cuándo no. Cuidar bien el terreno por dónde
  entrenamos… son pequeños detalles que marcan la diferencia. Para dar respuesta a todo esto nació VGRunning y nuestra Escuela del Corredor.
• Calienta, suelta, estira: es muy importante prestar atención a las partes del entrenamiento
  no específicas, es decir al calentamiento, a la vuelta a la calma y a los estiramientos. No sólo el
  rodaje, las series, el fartlek, la fuerza, las cuestas… es lo importante. Todo es importante. Más
  vale en ocasiones rodar 5 minutos menos y estirar 5 minutos más, que rodar 5 minutos más y
  no estirar. Ahí es cuando nos podemos lesionar.

• Trabaja el fortalecimiento, el abdomen, el core: todo ello es fundamental para correr con un mejor control postural, una mejor eficiencia y dinámica de carrera, que te permitirá correr con menor riesgo de lesión a la vez que te hace correr más rápido. Si lo haces a mano de un profesional como un Body Coach pues mejor que mejor.
• Atención al entrenamiento invisible: descansa, intenta tener unos hábitos de vida saludable, buenos patrones de sueño, de alimentación, de descanso. Lógicamente dentro de la vida y de las posibilidades de cada uno. Atendiendo y conciliando con trabajo y familia.
• Fisioterapia, descarga, masaje, cuidados: es importante acudir al fisio de vez en cuando
  como prevención, no sólo cuando duele. Además, también podemos nosotros trabajar bien los
  estiramientos e incluso relajar la zona con pasadas de relajación para drenar la musculatura. Si
  cuidamos la maquinaria, que es nuestro cuerpo, nos lo va a agradecer, de por vida.

Por último, lo más importante de todo, sentido común, escucha tu cuerpo, si nos avisa es por algo.

Si tenéis cualquier duda al respecto de lo comentado aquí encima, os ha parecido interesante, o necesitáis poneros en manos de un profesional (tanto deportivo como médico), podéis comentar en el formulario que encontraréis aquí debajo o contactar con nosotros y os ayudaremos en todo lo que esté a nuestro alcance.