06 Jun Correr en la cinta
¿Es lo mismo correr en cinta que en la calle? ¿Lesiona más? ¿A qué ritmo corro?
La cinta de correr o el tapiz rodante, puede ser un gran aliado para el corredor, aunque también se puede convertir en un gran enemigo. Por eso son muchos los interrogantes que aparecen en relación a este aparato… y vamos a descubrirlos aquí y ahora.
¿Cuándo es útil correr en cinta? Cuando las condiciones meteorológicas no nos permiten correr en el exterior en buenas condiciones, por excesivo calor o frío, nieve, hielo… Aquí será siempre la cinta una gran compañera para poder sacar nuestro entrenamiento adelante. Punto a favor.
En contra, es cierto que es mucho más aburrido, más pesado, menos llevadero. Aquí tendremos que trabajar la parte más mental… y tirar de música o de móvil o tablet.
A nivel de impacto, el riesgo de lesión dependerá de la calidad de la cinta, pero a nivel general, podemos concluir que abusar de la cinta nos puede traer más problemas de lesiones que correr por tierra o césped. Mucho cuidado por tanto en abusar de ella. Si lo hacemos de forma aislada no pasa nada.
¿Entrenamos igual? Si hacemos y trasladamos el entrenamiento del exterior a la cinta, es totalmente válido y el estímulo es el mismo que hacerlo al exterior. Aquí también se entrena. Para alcanzar las condiciones más reales, deberíamos trabajar con una inclinación de 1-1.5% (para simular el rozamiento del aire del exterior y que aquí no tenemos).
Y último consejo y muy importante, hidrátate bien, en la cinta y metido entre cuatro paredes, vas a sudar de lo lindo y vas a perder mucho líquido, mucho cuidado con esto. Tenemos que tener agua y sales minerales, para ir bebiendo antes, durante y después del ejercicio.
En conclusión, mi consejo: cinta sí, pero con cautela y sólo cuando entrenar en exterior nos complique mucho la vida. Si podemos entrenar fuera en buenas condiciones… ¡A la calle a correr!
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